Así lo dio a conocer Guillermo Harris, Director Argentino de WCS y coordinador del proyecto quien indicó que “conocer donde se alimentan las ballenas francas y las rutas de migración que usan para llegar a esos sitios ha sido una anhelo de mucho tiempo y ahora la tecnología ha llegado al punto en el cual se pueden colocar dispositivos en las ballenas con disturbios mínimos”.
Harris explicó que “el dispositivo es un transmisor satelital que va adherido dentro de la piel de la ballena y que transmite una señal a los satélites que es bajada a diversos nodos en distintos lugares del mundo y a través de una computadora se permite conocer el lugar exacto donde está la ballenas, cuando está en superficie”.
El investigador informó que los cinco dispositivos están ya emitiendo datos: “dos fueron colocados en madres con sus crías y tres en juveniles; con información de posición a medida que los ejemplares van viajando” precisó.
Los dispositivos satelitales utilizados son de última generación, de acero quirúrgico y fueron colocados por expertos internacionales, con el monitoreo de un veterinario especializado; y después de unos noventa días se eliminan íntegramente del cuerpo dejando atrás apenas una pequeña cicatriz en la piel. Ya fueron probados con éxito en otras especies, sin consecuencias negativas para los animales o el ambiente.
El proyecto responde a recomendaciones de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), en la cual la Argentina cumple un rol fundamental, para el desarrollo de un Plan de Manejo para la Conservación (CMP) de la Ballena Franca Austral.
La iniciativa es posible gracias al trabajo conjunto de varias organizaciones: Wildlife Conservation Society, el Instituto Aqualie de Brasil, la Fundación Patagonia Natural, la National Oceanic and Atmospheric Agency (NOAA), el Instituto de Conservación de Ballenas, Ocean Alliance, la Universidad de California Davies y la Fundación Vida Silvestre Argentina. Además cuenta con la asistencia de seguridad en el agua de la Prefectura Naval Argentina.
El Gobierno de la Provincia de Chubut aprobó la realización del proyecto y actúa a través de la Dirección de Fauna y Flora Silvestre dependiente del Ministerio de Desarrollo Territorial y Sectores Productivos, el Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable y la Secretaría de Turismo y Áreas Protegidas.